Tus ojos no te engañan, el fútbol europeo tal y como lo conocemos está cambiando.
El plan para un nuevo formato de la Liga de Campeones de la UEFA se propuso y se hizo público en abril de 2021. Tras un año de deliberaciones y consultas con muchos de los clubes y ligas más importantes de Europa, la nueva estructura, que comenzará en la temporada 2024/25, fue aprobada en mayo de 2022.
Estamos a menos de un año del debut del nuevo modelo, lo que ha hecho que el tema vuelva a ser trending.
Sin duda marcará una nueva era para los clubes europeos, pero para muchos aficionados al fútbol de todo el mundo será el final de lo que consideran que ha funcionado a la perfección durante los últimos 20 años.
Para los responsables de la toma de decisiones y los hombres con poder en el fútbol, sin embargo, el formato completamente nuevo ha sido recibido con los brazos abiertos por varias razones.
En la 23ª edición del boletín de Plei, explico exactamente lo que cambiará en la Liga de Campeones de la UEFA, así como lo que seguirá igual. También proporciono algunos antecedentes, análisis y contexto sobre el tema a medida que nos acercamos a un cambio dramático en el torneo de clubes más prestigioso del deporte rey. 👇
Hay tres componentes principales de la competición que serán completamente diferentes cuando llegue la temporada 2024/25:
Empecemos por arriba. Como sabemos, el modelo actual de la UCL da cabida exactamente a 32 equipos. Pues bien, se tomó la decisión de añadir otros 4 participantes a la mezcla, convirtiéndola en un torneo de 36 equipos. Hablaré de cómo se decidirán esos 4 clubes extra más adelante en esta sección, porque es algo complicado.
A lo que estamos acostumbrados es a una fase de grupos compuesta por 8 grupos, con 4 equipos en cada grupo. Los dos primeros pasan a octavos, los ocho terceros descienden a la Europa League y el cuarto queda completamente eliminado.
Con la incorporación de 4 nuevos clubes, cabría pensar que se crearía un Grupo I y ya está. Pero no, ¡se acabó la fase de grupos! Se ha suprimido por completo en favor de un torneo completamente nuevo.
Comúnmente conocido como el modelo suizo, este estilo particular de torneo se deriva en realidad del torneo del sistema suizo utilizado en el ajedrez. Todos los equipos se clasifican en una gran liguilla, pero cada uno de ellos no juega contra todos los demás. En su lugar, se celebra un sorteo para decidir los rivales de cada uno.
Cada club jugará 8 partidos en esta fase de la liga, por encima de los 6 habituales, y por debajo de los 10 partidos propuestos originalmente (y totalmente ridículos). La mitad se jugará en casa y la otra mitad fuera.
En esta gigantesca tabla clasificatoria de 36 equipos, los 8 primeros pasarán automáticamente a la siguiente ronda del torneo. Los clasificados del 9º al 24º tendrán que competir en una especie de eliminatoria a doble partido para determinar quién ocupará las 8 plazas restantes para la siguiente ronda.
Los que no conocían este nuevo formato de la UCL y lo leen por primera vez en este boletín, probablemente se preguntarán "¿qué va a pasar con la fase eliminatoria?".
Nada. Absolutamente nada. Esperamos que tu suspiro de alivio haya sido tan grande como el nuestro.
La fase eliminatoria seguirá siendo idéntica a la de hace décadas: un torneo de dieciseisavos de final con partidos de ida y vuelta entre semana y una final a partido único el sábado.
En resumen, la fase de grupos se ha sustituido por una fase de liga al estilo suizo, que no es ni mucho menos tan desgarradora como podría haber sido.
Afortunadamente, la clasificación de los 32 equipos iniciales no se ha modificado. Sin embargo, la forma en que se asignan las 4 nuevas plazas sí tiene un proceso diferente.
1: La primera plaza será para el tercer clasificado de la liga que ocupe el 5º puesto en la clasificación de la UEFA antes del inicio de la competición. En el momento de escribir estas líneas, la Eredivisie ostenta actualmente ese estatus, pero históricamente ha sido la Ligue 1 la que termina en 5ª posición al final de cada temporada. La Primeira Liga portuguesa también está muy cerca.
2: La segunda plaza la ocuparía un campeón nacional que no estuviera entre las 10 primeras ligas europeas. Por lo general, cuatro equipos diferentes se clasifican para la fase de grupos, pero ahora serán cinco.
3 y 4: Las dos últimas plazas nuevas pertenecen a los clubes con el coeficiente UEFA más alto que no hayan logrado clasificarse para la Liga de Campeones a través de la posición en la liga nacional, pero que al menos hayan logrado clasificarse para la Europa League o la Conference League. Por ejemplo, la temporada pasada habrían sido el Liverpool y el Atalanta. En esencia, se trata de una especie de salvavidas para los grandes clubes que obtuvieron buenos resultados la temporada anterior, pero que tuvieron una mala temporada en la siguiente, uno de los aspectos más controvertidos de todos los nuevos cambios.
Como era de esperar con cambios tan importantes, la gente no está contenta, tanto los jugadores como los aficionados.
Desde que la UEFA anunciara en 2021 su intención de abandonar el modelo actual de la Liga de Campeones, muchas voces se han hecho oír en todo el mundo. Todas las protestas que se han unido tienen una postura similar: que el nuevo modelo alterará aún más el equilibrio de poder en la Liga de Campeones.
Muchos han señalado que el aumento del número de partidos como consecuencia del incremento del número de equipos que compiten no es más que una forma de sacar dinero. Más partidos significa más ingresos y, según los detractores de los cambios, menos fútbol de calidad. Los aficionados han acusado tanto a la UEFA como a los clubes que están de acuerdo con el nuevo modelo de ser avariciosos, alegando que están tratando de exprimir todo el dinero posible del sistema.
Estos aficionados lo tienen claro: prefieren calidad, no cantidad. Más partidos significa también que el calendario futbolístico europeo, ya de por sí congestionado, se verá obligado a incluir jornadas adicionales. Esto tiene un enorme impacto no sólo en los aficionados, que ahora tendrán que pagar para asistir a más partidos -o dedicar más tiempo a verlos desde casa-, sino que también pasará factura a los jugadores.
La fatiga ya es un problema importante en los principales clubes europeos, y lo último que quieren es verse obligados a jugar más partidos de alto nivel cuando ya tienen que lidiar con calendarios extremadamente compactos.
Se lo dice İlkay Gündoğan, que no ocultó su desinterés por el nuevo formato de la UCL, días después de que se anunciara por primera vez allá por 2021.
Desde su creación en 1955, la Liga de Campeones ha experimentado numerosos cambios.
La UEFA lo ha dejado claro a la hora de responder a las críticas, y en realidad no es un argumento tan malo. El fútbol es un deporte en constante evolución. Una de las principales razones por las que se ha mantenido relevante y culturalmente impactante desde la primera vez en la historia que alguien decidió dar patadas a un balón redondo -aparte de la razón obvia de que es el deporte rey- es porque se adapta a los tiempos.
Es difícil nombrar una competición deportiva que no haya sufrido modificaciones en su estructura o en el proceso de clasificación a lo largo de toda su historia. El Mundial de hoy no es el mismo que el de 1930. La Eurocopa no es el mismo torneo que en 1960. Las federaciones de fútbol de todo el mundo modifican constantemente el funcionamiento de sus ligas y copas nacionales.
También se están introduciendo nuevas competiciones, como la Nations League o la Conference League.
Ya se trate de una revisión o de un nuevo torneo, el fútbol mundial cambia constantemente, al igual que cambian las necesidades de los aficionados, de los jugadores y de la sociedad en su conjunto.
La Liga de Campeones no es diferente. Originalmente conocida como la Copa de Europa de Clubes Campeones hasta principios de los años 90, ha habido más de 10 revisiones de la estructura general y el proceso de clasificación del torneo.
Este nuevo modelo será un cambio más que añadir al montón, aunque el más drástico de todos.
Dicho todo esto, es hora de dar mi propia opinión.
Hablando claro, me va a costar acostumbrarme a este nuevo formato. Me parece una modificación demasiado grande para mi gusto, y personalmente me gusta el atractivo de una fase de grupos.
En un nivel más profundo, no me importan necesariamente los cambios; intento mantener una mentalidad lo más abierta posible en lo que respecta al funcionamiento del fútbol, pero señalaré un problema si lo veo.
Por desgracia, veo varios problemas en este cambio. En primer lugar, me solidarizo con jugadores como Gündoğan, que no están contentos con tener que preparar y jugar más partidos de alto nivel. El calendario europeo ya está roto, así que aunque sólo sean dos partidos más por club, puede tener un gran impacto en el nivel general de fatiga de una plantilla en las primeras fases de la temporada.
No olvidemos tampoco las "pausas" internacionales.
Casi parece un castigo por ser bueno, y no me sorprendería ver a algunos clubes alinear plantillas bastante más débiles en más de una jornada de esta fase de la liga para no comprometer sus esfuerzos en la competición nacional.
Ya ocurre ahora con la actual fase de grupos; grandes clubes como el Bayern, el Real Madrid o el Manchester City pueden optar por echar a los reservas para las dos últimas jornadas si ya han conseguido garantizarse el primer puesto.
Jugar 8 partidos en una nueva configuración en la que los 8 mejores clubes se clasifican automáticamente -y los 16 clubes siguientes tienen que jugar aún más partidos para tener opciones de clasificarse- introduce aún más razones para que los clubes den descanso a sus mejores jugadores.
Así que, desde el punto de vista de los futbolistas, no estoy de acuerdo con el nuevo formato.
Desde la perspectiva de un aficionado, tampoco me gusta demasiado, pero estoy dispuesto a dejar que se desarrolle al menos durante una temporada antes de llegar a una conclusión definitiva. La única razón por la que digo esto es porque muchas de las quejas lanzadas a la UEFA fueron realmente escuchadas. La propuesta original era de 10 partidos garantizados por equipo en la fase de liga, pero la decisión final acabó siendo de 8 partidos.
También han decidido que dos de las cuatro plazas se asignarán en función de los resultados anteriores. No hay mucha diferencia, pero por lo que sabemos, podrían haber sido las cuatro.
Pero, como he dicho, estoy dispuesto a intentarlo. Lo único que espero es que no afecte demasiado a la forma física de los jugadores y, por supuesto, a la calidad general de nuestro bello deporte.
