El fútbol es imprevisible.
Cambia rápidamente, y nos da giros y vueltas cuando menos lo esperamos. Algunos clubes alcanzan la fama en un abrir y cerrar de ojos y luego vuelven a caer; otros dominan durante décadas y décadas sin que su éxito parezca tener fin.
Quizá uno de los mayores giros que ha dado el fútbol en los últimos años sea la repentina caída de uno de los clubes más importantes no sólo de Inglaterra, sino del mundo entero: Chelsea FC.
El club del oeste de Londres está prácticamente irreconocible respecto al que hace sólo 2 años levantó por segunda vez en su historia el trofeo de la Liga de Campeones. Han pasado muchas cosas desde aquella famosa noche en Oporto.
Tras la finalización de la temporada 21/22, en la que el Chelsea terminó en un respetable 3er puesto, el reinado de 20 años de Roman Abramovich como propietario del club llegó a un desafortunado final.
Todd Boehly y sus socios iniciaron su reinado como propietarios, que llegó con muchas promesas de éxito para la próxima temporada.
Resultó que todo eran promesas vacías. Tras fichar a 19 nuevos jugadores, que costaron al club un total combinado de más de 760 millones de dólares, el club funcionó tan mal que cuatro entrenadores se hicieron cargo del equipo en la temporada 22/23.
A pesar de su relativo éxito en la Liga de Campeones, con 4 victorias en 6 partidos de la fase de grupos y el pase a cuartos de final, fue una temporada para olvidar. El Chelsea terminó en una vergonzosa 12ª posición, con sólo 11 victorias en 38 partidos.
¿Qué les espera a los azules?
Un nombre: Mauricio Pochettino.
El técnico argentino fue nombrado oficialmente nuevo entrenador del Chelsea el 1 de julio.
Uno de sus primeros objetivos como entrenador era seguir recortando una plantilla muy congestionada. Desde que se abrió el periodo de traspasos, el club ya ha hecho muchos negocios, vendiendo a jugadores como Kai Havertz, Mateo Kovacic, Kalidou Koulibaly, Edouard Mendy y Ruben Loftus-Cheek.
Mientras tanto, jugadores como N'Golo Kante y el capitán César Azpilicueta se marcharon gratis.
En el mes de junio llegaron los delanteros Christopher Nkunku y Nicolas Jackson.
Desde el primer día de Poch en el cargo, el Chelsea ha visto muchas más salidas clave, como Mason Mount, Christian Pulisic, Pierre-Emerick Aubameyang y João Félix (fin de la cesión).
El club ha sido noticia por todo este asunto, que ha tenido a muchos rascándose la cabeza. La razón se encuentra principalmente en el Fair Play Financiero, así como en la necesidad general de recaudar más fondos.
Aunque muchos grandes nombres han abandonado el club, el negocio en general ha hecho que el Chelsea mantenga un saldo neto positivo a lo largo de esta ventana. En total, ha habido más de 278 millones de dólares de beneficios, mientras que sólo se han gastado 122 millones en 3 nuevos fichajes.
Y aún no ha terminado. Tras el empate del Chelsea contra el Newcastle (1-1) en su gira de pretemporada por Estados Unidos, Pochettino habló y dijo que el club debe estar preparado para tomar decisiones difíciles con el fin de seguir creando una plantilla ideal y competitiva.
Se rumorea que Romelu Lukaku y Hakim Ziyech serán los próximos jugadores en marcharse.
Por lo que parece, la visión de Boehly ha sido clara: devolver al Chelsea a sus días de gloria.
Traer a un entrenador del calibre de Pochettino fue toda una declaración, y el club quiere aprovechar el sentimiento positivo del equipo y de la afición en estos momentos.
Aunque las promesas iniciales de la nueva propiedad se quedaron en agua de borrajas, el ambiente ha cambiado un poco este verano. El Chelsea está haciendo movimientos, y hay que tomar decisiones difíciles para que un gran club tenga éxito.
Uno de sus principales objetivos durante la mayor parte del verano ha sido el centrocampista del Brighton Moisés Caicedo, pero los Seagulls no están dispuestos a dejarlo marchar tan fácilmente. Hoy se ha rechazado una oferta de 100 millones de dólares por el internacional ecuatoriano.
Quizá la mayor sorpresa de todas sea que el Chelsea lleva varias semanas vinculado a Kylian Mbappé. El mero hecho de que se haya hablado de fichar a un jugador así es una prueba de su estatus inmutable como club top.
Aunque es muy improbable que el PSG se haga con los servicios del delantero, los aficionados pueden estar contentos sabiendo que sus amados Blues se lanzan a por las estrellas y a por talentos de primer nivel.
Mientras tanto, parece que el objetivo es dar rienda suelta al enorme potencial que atesora la actual plantilla del Chelsea.
A 27 de julio, la media de edad de la plantilla es de 23,3 años, con sólo 4 jugadores de 30 años o más. Estos jugadores son Lukaku (30), Ziyech (30), Bettinelli (31) y Thiago Silva (38).
Reece James, posiblemente el mejor y más completo lateral derecho del mundo, será considerado como alguien que ayude a liderar al equipo hacia adelante, a pesar de tener sólo 23 años. Formó parte de la alineación de 2021 que ganó la Liga de Campeones y, a pesar de sus recientes problemas con las lesiones, es una de las figuras más importantes del Chelsea.
Pocos jugadores veteranos quedan en esta plantilla tras la reciente purga de fichajes, así que, naturalmente, nombres más experimentados como Raheem Sterling (28 años) también serán tenidos en cuenta por el resto del equipo para dar ejemplo.
Mientras tanto, Thiago Silva es sin duda el mejor ejemplo de experiencia, ya que tiene 7 años más que el segundo jugador más veterano de la plantilla, y también estuvo presente en la victoria de la UCL.
La atención se centrará especialmente en jugadores como Mykhaylo Mudryk (22 años) y Enzo Fernández (22 años), que acaban de llegar el pasado mes de enero y aún no han desarrollado todo su potencial como futuras superestrellas del Chelsea.
El primero tendrá sin duda más presión sobre sus hombros, pero tras marcar un maravilloso gol contra el Brighton hace menos de una semana, el extremo ucraniano podría tener ya parte de esa presión aliviada.
El nuevo fichaje, Nicolas Jackson, procedente del Villarreal, sólo tiene 22 años, pero irrumpió en escena la temporada pasada con 12 goles en 34 partidos con el equipo español. En la pretemporada con el Chelsea ha causado sensación, y no han tardado en compararle con Didier Drogba.
Nkunku, de 25 años, también ha despuntado en sus primeros minutos con el Chelsea, con dos goles en tres partidos hasta la fecha. Además, en sus cuatro años en el RB Leipzig, se convirtió en uno de los fichajes más interesantes de Europa.
Por supuesto, hay una serie de productos de la cantera para estar entusiasmado si usted es un fan del Chelsea. Levi Colwill, Ian Maatsen (autor de dos goles contra el Wrexham), Lewis Hall y Cesare Casadei están acumulando minutos en Estados Unidos.
Hablando de canteranos, Conor Gallagher será uno de los jugadores a seguir esta próxima temporada. Aunque parecía que estaba a punto de salir del club, Pochettino ha salido a decir que cuenta con el jugador de 23 años para la temporada 23/24.
Puede que el Chelsea no recupere de inmediato el nivel que debería tener, pero no cabe duda de que la visión de futuro empieza a ser menos borrosa.
Aunque no es el camino que la mayoría de los aficionados habría preferido, pueden respirar aliviados sabiendo que la dirección ha decidido cambiar un poco las cosas.
La era de Roman Abramovich ha llegado a su fin, y su salida vino acompañada de la marcha de muchos miembros del personal del club que llevaban mucho tiempo en casi todos los departamentos. Este tipo de cambios tienen un gran impacto, por lo que no es de extrañar que el Chelsea sufriera como lo hizo la temporada pasada.
Por inusual que sea, tiene sentido que un nuevo grupo de propietarios que no está del todo familiarizado con el juego del fútbol tenga dificultades al principio. Boehly y compañía tomaron decisiones cuestionables que afectaron directamente a los resultados sobre el terreno de juego.
Desde el despido de Tuchel 5 días después del cierre del mercado de fichajes hasta la gran confianza depositada en un inexperto Graham Potter, pasando por dejar que Frank Lampard recogiera sus sobras e intentara hacer lo imposible contra el Real Madrid; no cabe duda de que gran parte de la culpa debería recaer en Boehly.
Pero, como todo en la vida, hay que tener paciencia. En mayo se informó de que Boehly dejaría sus responsabilidades diarias en el club. Una decisión inteligente que parece estar funcionando.
Sencillamente, esta reconstrucción es totalmente necesaria.
A sólo dos semanas de que comience la nueva temporada de la Premier League, el Chelsea aún tiene tiempo de pulir su prometedora plantilla para demostrar al mundo que la temporada pasada fue pura chiripa.
