Este gigantesco torneo va a ser tan grande que ni siquiera el Presidente de la FIFA, Gianni Infantino, tiene idea de cuál es la mejor manera de organizarlo.
Esa ha sido la historia de los preparativos de la Copa Mundial en los últimos años. La ampliación de 32 a 48 las naciones que compiten en el torneo se aprobó en enero de 2017, en la que se proponía un formato de fase de grupos de tres equipos en la que se disputarían un total de 80 partidos de principio a fin.
Se trata de un aumento con respecto al actual torneo de 64 partidos que se disputa desde Francia 1998 y que se jugó por última vez en Qatar el año pasado.
Durante algo más de seis años, este formato propuesto permaneció inamovible. No fue hasta marzo de 2023 cuando la FIFA decidió escuchar las críticas sobre la posible colusión que podría producirse en un esquema de tres equipos por grupo, modificándolo por segunda vez.
La Copa Mundial 2026 sigue siendo un torneo de 48 equipos, pero la última revisión supone el regreso al típico formato de grupos de cuatro equipos, esta vez con los dos primeros más los ocho mejores terceros de cada grupo avanzando a octavos de final. Esto significa que habrá 12 grupos de cuatro, en lugar de 16 grupos de tres.
Pero hay un inconveniente. Este tipo de estructura no deja otra opción al torneo que albergar ahora un total de 104 partidos. Un aumento de casi el 63% en el número de partidos a disputar seguramente causará retrasos a la hora de gestionar a la perfección un torneo tan prestigioso e histórico.
El día de la inauguración de la Copa Mundial, la ciudad que acogerá la final y, esencialmente, todo el calendario del torneo aún no se han anunciado, a pesar de que la FIFA tenía previsto inicialmente revelar la información en septiembre.
En esta 24ª edición del boletín de Plei, echo un vistazo a los progresos -y a la falta de ellos- que se están haciendo hasta ahora en los tres países anfitriones. 👇
El 16 de junio de 2022 se anunciaron oficialmente 16 sedes: 11 en Estados Unidos, tres en México y dos en Canadá. Las enumero a continuación junto con sus estadios correspondientes.
Estados Unidos:
México:
Canadá:
Estas ciudades fueron seleccionadas por la FIFA a partir de un grupo de 23 sedes diferentes que estaban en consideración. Estas son las ciudades y/o estadios que no fueron seleccionados:
Estas ciudades saben desde hace más de un año que albergarán partidos de la Copa Mundial, y desde entonces han iniciado los preparativos para estar listas cuando llegue el momento. El problema es que, como la FIFA aún no ha publicado un calendario fijo, los organizadores locales no tienen ni idea de cuántos ni de cuáles serán los partidos que acogerán.
Conocer ese tipo de información es crucial cuando se trata de preparar un estadio -por no hablar de toda una ciudad- para un gran torneo. Y el hecho de que ésta vaya a ser la mayor Copa del Mundo de la historia hace mucho más esencial que los organizadores locales reciban esos datos lo antes posible.
Al parecer, la FIFA se ha autoimpuesto un nuevo plazo para dar a conocer el calendario, a más tardar a finales de año, pero muchos funcionarios que supervisan los preparativos en varias ciudades consideran que la información llega ya con meses de retraso.
Pero el ritmo actual de la FIFA no es el único problema. La aparente falta de comunicación entre el organismo rector y las ciudades anfitrionas también ha sido un problema.
Los gobiernos locales han tenido dificultades para conseguir patrocinios que, en última instancia, les ayudarían a generar parte del dinero que se destina a sus esfuerzos en la Copa Mundial, debido a la incertidumbre de las normas. Hay que tener en cuenta que las ciudades anfitrionas están obligadas a comprometer millones de dólares de sus propios fondos públicos desde que fueron elegidas por la FIFA, por lo que es una necesidad absoluta para ellas recaudar lo máximo posible para cubrir estos amplios costes.
Otro motivo de preocupación ha sido la decisión de la FIFA de asumir la mayor parte del control en lo que respecta a la planificación general y la logística del acontecimiento.
En anteriores Copas Mundiales, la FIFA había otorgado gran parte del poder de planificación a los gobiernos locales de las ciudades, con la federación de fútbol del país anfitrión a la cabeza. Esto cambió, sin embargo, con la reciente Copa Mundial Femenina de Australia y Nueva Zelanda; la FIFA decidió retomar el grueso de las responsabilidades, dejando a las ciudades anfitrionas en la mayor parte de los casos a oscuras, ya que ahora tenían que depender de ellos para todo, sin poder opinar sobre casi nada.
Ahora que nos acercamos a la próxima Copa Mundial masculina, la historia reciente se repite, lo que me lleva a entender por qué las ciudades locales están cada vez más frustradas con la FIFA.
El control total de la FIFA sobre el torneo significa que la mayor parte de los ingresos recaerán en ella. He aquí una cita de Alan Rothenberg, ex presidente de U.S. Soccer que ayudó a organizar el Mundial de 1994 que se celebró en Estados Unidos, que pone todo esto en perspectiva.
"La FIFA ha decidido hacer las cosas internamente, en lugar de conceder licencias a terceros. Ellos dirigen el espectáculo. Las ciudades anfitrionas van a tener la responsabilidad de gestionar el acontecimiento y proporcionar todos los servicios públicos, y [la FIFA] está ofreciendo oportunidades de ingresos muy limitadas a las ciudades anfitrionas. Así que las ciudades anfitrionas están luchando por encontrar donaciones o dinero público, o alguna forma creativa de obtener ingresos".
Esencialmente, el control de la FIFA sobre gran parte del marketing y la organización del acontecimiento, lejos de los socios locales, significa que se llevará una gran parte de los beneficios, mientras que los organizadores locales se quedarán con las sobras.
Esto desempeña un papel muy importante en el impacto global de una Copa Mundial, especialmente en un país que no vive y respira este deporte como el resto del mundo. Para contextualizar, la Copa Mundial de 1994 desempeñó un papel fundamental en el crecimiento del deporte rey en Estados Unidos, ayudando a financiar la creación de la U.S. Soccer Foundation y a desarrollar el deporte en las bases. La Major League Soccer también nació a raíz de aquel emblemático torneo.
Si U.S. Soccer no puede hacerse con una buena parte de lo que sin duda será una bonita suma, será perjudicial para el crecimiento continuado del deporte rey, que podría decirse que se encuentra actualmente en su mejor momento con la presencia de Lionel Messi en Miami.
El pasado mes de agosto, la FIFA abrió una oficina en Coral Gables (Florida), lo que en cierto modo fue una señal prometedora de que ya podían ponerse manos a la obra. Lamentablemente, al principio no sirvió de mucho, ya que la oficina tuvo dificultades para contratar personal y reclutar socios, embajadores del torneo y personas influyentes que, en última instancia, ayudarían a comercializar la Copa Mundial en todo su potencial.
Por ello, hace unas semanas, la FIFA anunció que trasladará más de 100 puestos de trabajo de su sede suiza a Florida para que la oficina funcione a pleno rendimiento.
A pesar de que todo indica que la FIFA está luchando por controlar su propio peso en lo que respecta a los preparativos de la Copa Mundial, afirman que las cosas marchan tan bien como siempre.
El 29 de septiembre, el órgano de gobierno envió un comunicado de prensa que incluye información actualizada sobre los progresos realizados en las 16 sedes. En esta actualización oficial, el organismo aseguró al mundo del fútbol que los preparativos "siguen por buen camino", y afirmó que un grupo de expertos de la FIFA ha estado visitando cada ciudad anfitriona y en contacto con los organizadores locales.
Este grupo itinerante concluyó la primera etapa de estas "visitas operativas" ese mismo día, y al parecer reanudará estos esfuerzos a finales de octubre.
Otra afirmación audaz puede encontrarse en este comunicado de prensa:
"La FIFA ha trabajado codo con codo con los Comités de las sedes en cada paso del camino, estableciendo oficinas en los tres países anfitriones para combinar de la mejor manera posible el know-how de los torneos de la FIFA con el conocimiento y el sabor locales."
Puede que sea un intento descarado de encubrir su dilación y su falta de comunicación fluida, pero al menos han hecho un esfuerzo por calmar un poco la tormenta.
Tomémonos un momento para ignorar toda la confusión e incertidumbre que rodea a los preparativos de la Copa Mundial.
Suponiendo que todo salga según lo previsto y se resuelvan todos los problemas, no cabe duda de que nos espera un acontecimiento realmente especial. Canadá acogerá por primera vez un Mundial, Estados Unidos lo hará por segunda vez y México establecerá un nuevo récord al organizar el torneo por tercera vez. También será la primera vez que el acontecimiento se celebre en tres países.
Dicho todo esto, he aquí todas las cifras importantes que hacen de la Copa Mundial 2026 una auténtica candidata a convertirse en un recuerdo inolvidable en la mente de los aficionados al fútbol de todo el mundo.
